El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) ha expresado hoy al gobierno de Colombia, mediante una carta a su embajada en Madrid, su solidaridad frente a la preocupante escalada de las agresiones verbales venezolanas. Las declaraciones de Hugo Chávez en los últimos días han subido un peldaño más y hacen presagiar incidentes armados en la Guajira y otras zonas fronterizas. Al mismo tiempo, el ministerio de Asuntos Exteriores venezolano, mucho más comedido normalmente que Chávez, ha dejado claro que considerará un acto de agresión la simple denuncia colombiana de su provocación verbal ante los organismos internacionales. Bogotá afirmó ayer que llevará las amenazas de Caracas ante el Consejo de Seguridad de la ONU y ante la Organización de Estados Americanos.
El P-LIB considera que Colombia está en su perfecto derecho de establecer bases militares conjuntas con los Estados Unidos en su propio territorio, y recuerda que el objetivo de esas bases es erradicar las narcoguerrillas de inspiración comunista, cuyas conexiones con el terrorismo islamista y con los regímenes de Cuba y Venezuela han quedado demostradas. La escalada de la tensión prebélica desde Caracas ahonda en esa demostración. El narcotráfico es, junto al petróleo venezolano e iraní, la fuente principal de ingresos del bloque antioccidental emergente. El P-LIB llama a la diplomacia española a apoyar sin reservas al gobierno colombiano y a castigar con la máxima dureza cualquier posible agresión venezolana a Colombia. Las palabras de Hugo Chávez, en realidad, deberían motivar como mínimo una inmediata llamada a consultas de nuestro embajador en Caracas, ante la amenaza del régimen chavista a un país amigo y aliado de España.
