El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) contempla con desagrado la creciente tensión entre el Partido Popular y el Partido Socialista, en torno a los casos de corrupción y las acusaciones de espionaje.
Nos parece probable que el Partido Socialista esté abusando de los medios estatales de inteligencia, como han hecho todos los partidos que han pasado por La Moncloa. Los liberales queremos someter esos medios a los más estrictos controles parlamentarios, y eliminar los fondos reservados. Dicho esto, nos parece igual de lamentable que el Partido Popular lance acusaciones sin pruebas y pretenda así tapar los casos de corrupción que le salpican.
Para el P-LIB no existen diferencias políticas sustanciales entre los dos grandes partidos colectivistas. Por lo tanto no se justifica el nivel de tensión entre ellos, que sólo se explica por el ansia de poder y de aniquilación del adversario que presentan ambas formaciones. En cuanto al alcance de la corrupción, nos parece similar en ambos partidos, excesivo en cualquier caso. Para luchar contra la corrupción, la única receta eficaz es reducir sustancialmente el poder y el presupuesto de las administraciones públicas, devolviendo a los ciudadanos la toma directa de cuantas decisiones resulte posible desestatalizar.