El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera irresponsable el anuncio de subidas de impuestos sin la suficiente concreción de las mismas, ya que provoca alarma social y temor entre las empresas. Ante la política económica y fiscal del Gobierno, zigzagueante e improvisada, el P-LIB recomienda a los ciudadanos consultar a sus asesores fiscales y adoptar las medidas de protección y prevención que resulten necesarias.
Las opciones apuntadas hoy por los medios de comunicación, citando fuentes del Ejecutivo, resultarían, en caso de concretarse, extraordinariamente nocivas para la actividad económica. Si la información se confirma, el Gobierno pretendería reducir su gasto en apenas doce a quince mil millones de euros, pero exigiría a los ciudadanos un esfuerzo fiscal igual o superior mediante las diversas medidas en consideración (subida de impuestos indirectos y eliminación del fracasado descuento de cuatrocientos euros).
Es decir, el esfuerzo de la Administración no superaría una sexta parte del déficit previsto, que se situará en el peligro entorno del 10 % del PIB. Al parecer, el presidente Rodríguez Zapatero pretende reducir ese déficit en un tercio, pero de ese tercio el Estado sólo aportará la mitad o algo menos mediante su recorte del gasto, forzando a la sociedad a aportar fiscalmente la otra mitad.
Es particularmente preocupante que se esté barajando una subida del IVA en dos puntos, alcanzando por tanto al 18 % para la mayoría de los productos y servicios. El efecto de tal medida sobre el consumo es previsiblemente devastador y pondrá la guinda a una política económica asentada sobre la más absoluta ignorancia del funcionamiento real de la economía, y sobre el empecinamiento ideológico en la adopción de medidas socialdemócratas obsoletas que sólo agravan la crisis.
El P-LIB se opone a la subida de los impuestos directos e indirectos a empresas y particulares, y exige que sea exclusivamente el Estado quien se apriete el cinturón para ayudar a la economía española a salir de la crisis. Para ello debe reducir su gasto en mucho más de los quince mil millones propuestos como máximo esfuerzo de la Administración. En realidad no es tan difícil ya que son muchas las actividades superfluas del Estado, como también el nivel de despilfarro y mala gestión. En todo caso, la congelación salarial a la plantilla sobredimensionada del Estado, y el recorte o al menos el no crecimiento de la misma, es otra medida recomendable en el contexto actual.
Medidas económicas del P-LIB contra la crisis