El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) aplaude la decisión de la fiscalía británica, que acaba de clarificar sus normas garantizando que no se procese a quienes de buena fe ayuden a un enfermo terminal que así lo desee a poner fin a su vida. La autoridad británica ha dejado meridianamente claros los supuestos en los que esto es posible y las condiciones que deben cumplirse escrupulosamente para que no se procese a estas personas.
El P-LIB, que defiende el derecho a morir dignamente, propone la extensión de este tipo de normas al conjunto de la Unión Europea, y considera hipócrita criminalizar a quienes sólo están cumpliendo la voluntad soberana e inalienable de otra persona que, por su postración, es incapaz de actuar por sí misma. Al mismo tiempo, el P-LIB exige las máximas garantías contra el posible abuso de este tipo de normas, que deben redactarse y practicarse con extremo cuidado.
El P-LIB pide una reforma legislativa que garantice a todos los ciudadanos la propiedad irrestricta sobre su propio cuerpo y sobre su vida, y rechaza la actual imposición a toda la población de los planteamientos éticos o religiosos de una parte de la misma. Como en cualquier otro debate de índole moral, el P-LIB defiende ante todo el derecho del individuo, que prima, en lo que a sí mismo concierne, sobre cualquier preferencia ética colectiva, por extendida que esté.
