En plena crisis económica, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha cometido la irresponsabilidad de aumentar, en los presupuestos para 2010, el nivel de deuda de los municipios. La obligación de pedir permiso especial pasa del 110 % al 120 % de los ingresos del año precedente. Es decir, los ayuntamientos de toda españa van a poder endeudarse en hasta el 120 % de lo que ingresaron en 2009 sin ni siquiera pedir autorización especial.
La administración local es la más cercana al ciudadano y debería asumir cuantas competencias sean transferibles desde las autonómicas y desde la central. Pero el nivel de deuda de los consistorios es sencillamente intolerable. Agravar la situación en un año como el que se avecina (año en el que todas las grandes economías saldrán de la recesión menos la nuestra) parece a todas luces una temeridad. Quizá el caso más grave sea el del Ayuntamiento de Madrid, cuya deuda ya es hoy escandalosa, superando los siete mil millones y habiéndose multiplicado por más de cuatro en el mandato del actual alcalde.
El P-LIB pide a las administraciones autonómicas y locales una actuación responsable para colaborar a que el país salga de la crisis, y eso sólo es posible desde la austeridad, desde la congelación de la contratación y la no renovación de contratos para ir bajando el exceso de plantilla, y desde la renuncia a actividades que no competen a los ayuntamientos y que pueden ser perfectamente realizadas por la sociedad civil, todo ello en el marco de un riguroso plan de reducción del gasto local.
Medidas del P-LIB contra la crisis económica