El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, afirmó hace poco que «los días del dólar como moneda de reserva están contados», y a continuación sugirió que la divisa europea o la china podrían sustituirle, todo ello en medio de un fuerte debate sobre la devaluación sostenida del billete verde (más del 40 % en los últimos cinco años). El P-LIB coincide en su apreciación sobre el futuro del dólar como patrón, y piensa que el sistema de flotación que sustituyó en 1976 al de paridades fijas y al patrón oro ha fracasado. Por lo tanto se hace necesario restablecer un patrón monetario neutral, ya sea el oro (que desde luego es un candidato mucho más viable que un simple cambio de moneda a favor del euro o del yuan) u otro con similares características. Un valor seguro y estable del dinero es una exigencia legítima del conjunto de los agentes que participan en la economía, como lo es también el pleno respaldo de ese valor por reservas equivalentes. El valor del dinero no debe depender de decisiones políticas sino de una realidad tan objetiva como sea posible, en torno a un patrón neutral y consensuado que resulte incuestionable.