El P-LIB deplora el secuestro de los cooperantes catalanes apresados en Mauritania y desea su pronta liberación. Tras el caso del Alakrana, no puede descartarse que la torpe política del Gobierno haya incentivado la captura de ciudadanos españoles en el extranjero, ante la evidencia de que las autoridades españolas son fáciles de engañar y además terminan pagando. El P-LIB exige una presión contundente de la diplomacia española frente a Mauritania. Al mismo tiempo, consideramos necesaria la aprobación de una normativa clara que descarte definitivamente todo pago de rescates con cargo a los fondos públicos (reservados o no). Sólo así dejaremos de ser ciudadanos particularmente secuestrables. Por último, es necesario explicar a la sociedad que quienes viajen (por el motivo que sea) a zonas peligrosas, deben ser responsables de su propia seguridad y no pueden esperar que el Estado emplee ingentes recursos humanos y económicos para salvarles de los riesgos que asumieron al viajar. España no puede hacer de policía mundial ni escoltar a sus ciudadanos por todo el mundo.
