Tras el debate parlamentario de ayer, el P-LIB reitera que es urgente la sustitución del presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por otro dirigente consensuado por el PSOE y los partidos que le den su apoyo. El P-LIB celebra que ayer, por vez primera, el Partido Popular haya alcanzado esa misma conclusión, que venimos planteando desde el pasado día 4. La situación económica y la profunda crisis de reputación y confianza de nuestro gobierno son tan extraordinariamente profundas que no es el momento de convocar elecciones anticipadas sino de exigir a quienes tienen la mayoría parlamentaria un cambio de cabeza.
La sustitución de Zapatero no es un capricho malvado, sino una necesidad para que el mundo visualice un cambio de rumbo en la política española. A continuación será imprescindible tomar medidas de choque para una reforma profunda y rápida de nuestra economía, generando confianza y atrayendo de nuevo a los inversores que la han perdido. Para ello es necesaria una radical reducción de la carga tributaria que pesa sobre empresas y particulares, lo que requerirá un esfuerzo sin precedentes de adelgazamiento de todas las administraciones públicas y reducción de su plantilla. El «pacto de Estado» que propone Zapatero sólo es posible si todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria logran consensuar un programa de mínimos que posibilite estas reformas, y siempre bajo el liderazgo de un nuevo presidente. En este sentido, el clamor dentro de las filas socialistas por la figura de José Blanco no parece precisamente indicado como solución, ya que es parte del problema como ministro de Fomento del actual gobierno. El P-LIB lamenta la escasa altura de miras del Partido Popular, que está realizando una oposición nula ante la mayor crisis de nuestra Historia, dejando clara la inoperancia y la pésima calidad política y técnica del equipo de Mariano Rajoy.
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