El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) se opone a la nueva cacicada del gobierno castellano-manchego, que ahora pretende gastar ciento cuarenta millones de euros de los contribuyentes (tanto de la región como del resto de España, ya que Castilla-La Mancha es receptora neta) en salvar por ley la inversión ruinosa del aeropuerto de Ciudad Real. El citado aeropuerto ya tiene una deuda acumulada de más de trescientos millones y es un completo fracaso empresarial que los ciudadanos no tienen por qué costear. Se da la circunstancia de que el proyecto había sido financiado (cómo no) por una caja de ahorros, es decir, por uno de esos bancos ilegítimos y politizados que conviene privatizar cuanto antes, concretamente la quebrada Caja Castilla-La Mancha.
El P-LIB reclama un punto final a la cultura de los rescates con dinero público, que son ilegítimos y profundamente injustos. Los inversores tienen que arriesgar su dinero con todas las consecuencias, y de ninguna manera se puede obligar al resto de la sociedad a compartir el riesgo que libremente asumen.