El P-LIB considera una mala noticia la fusión de la CAM, Caja Extremadura, Caja Cantabria y Cajastur (incluyendo ésta última la quebrada Caja Castilla-La Mancha). Es un rescate encubierto por anticipado, ya que algunas de estas entidades podrían encaminarse hacia dificultades de importancia. La operación no estará exenta de costes para el erario público, y se produce con la precipitación de esta nueva dinámica de «fusiones frías» orquestada desde el poder político tras el acuerdo Rajoy-Zapatero. Además este tipo de fusiones no despolitizan las cajas ni reducen sus órganos burocráticos de decisión, y crean concentración en el sector, incrementando su carácter oligopólico. En este caso concreto, surge de la nada la tercera mayor caja del país, en un ejemplo más de la artificialidad que el intervencionismo económico transmite a los sectores en los que ilegítimamente actúa. El P-LIB reitera su posición como único partido político español que exige la pura y simple privatización de todas las cajas de ahorros.