El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera estéril la cumbre de ministros de Agricultura celebrada en Mérida. No ha salido de ella ningún acuerdo relevante, aunque los «altos dignatarios» de los otros veintiséis países se habrán marchado satisfechos por las lujosas atenciones y los grandes fastos que el gobierno español les ha brindado con nuestro dinero. La UE no rebaja ni un euro el gasto en subvenciones para no producir, o para producir algo distinto de lo que desea el agricultor. Tampoco se reduce ni un ápice el intervencionismo que pesa sobre el sector primario, y además la cruzada intervencionista que se abate sobre los mercados financieros se extiende ahora también al mercado de productos agrícolas, ya que la UE amenaza con medidas de todo tipo para «contrarrestar su volatilidad», signifique eso lo que signifique. Y una vez más los ciudadanos ajenos al sector primario (la inmensa mayoría) hemos asistido a las medidas coactivas de las organizaciones sectoriales a la puerta de la cumbre, exigiéndoles que con el dinero de todos nosotros se siga subvencionando a esa pequeña porción de la población europea. El P-LIB reitera su exigencia de abolición de la Política Agraria Común y de liberalización plena del sector primario.