El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera un fracaso estrepitoso la huelga de funcionarios celebrada ayer. Los sindicatos han dejado patente su extraordinaria debilidad y su deslegitimación social, y he quedado claro que están en sus horas más bajas desde la Transición. Es difícil que las centrales sindicales pierdan un pulso contra el gobierno, dada su capacidad de movilización. Por ello resulta aún más patético que lo pierdan frente un gobierno acabado como el de José Luis Rodríguez Zapatero. La casi segura convocatoria de huelga general, tras las medidas de reforma laboral que va a imponer el gobierno a los llamados agentes sociales, ni resolverá los problemas económicos del país ni ayudará en nada a la urgente recuperación de la confianza de los inversores. Por ello el P-lib anticipa su llamamiento a la ciudadanía a no secundar la huelga general en el caso de que se convoque. El P-LIB considera llegado el momento de que la sociedad y las instituciones reflexionen sobre el exceso de poder y sobre los privilegios de todo tipo que disfrutan los sindicatos, que no se corresponden con la real implantación de estas organizaciones ni con su verdadero nivel de apoyo social. Por último, el P-LIB reitera que los sindicatos (y cualquier otra organización de tipo asociativo) deben ser financiados por sus integrantes y simpatizantes, y no por el conjunto de la sociedad mediante la exacción fiscal.