El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) condena sin paliativos el chantaje al que la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) pretende someter al Gobierno y a la sociedad, al convocar una huelga en plena temporada alta del turismo. Para el P-LIB, este caso ejemplifica como pocos la necesidad de reformar la leyes sobre huelga para impedir la coacción sindical. El P-LIB recuerda que esta convocatoria de huelga formal es la continuación de una huelga de celo salvaje, encubierta e ilegal cuyas responsabilidades deben investigarse profundamente y desembocar en las sanciones y despidos que corresponda.
El P-LIB reitera su apuesta por la plena y urgente privatización y liberalización del control aéreo, así como por el libre asentamiento en España de controladores aéreos extranjeros, al objeto de ampliar la oferta de trabajadores del sector y reducir tanto su coste como su capacidad de imponer normas y salarios.
Pero, ante la situación de emergencia creada por la convocatoria de huelga mafiosa y desproporcionada de la USCA, el P-LIB exige al gobierno que no se deje acobardar y cumpla con su obligación de gobernar, asegurando la plena funcionalidad del control aéreo mediante su refuerzo con controladores militares si es preciso.
El P-LIB estima que en pleno mes de agosto los servicios mínimos deben ser prácticamente del cien por ciento, exige una férrea vigilancia del cumplimiento de los mismos y la adopción de severas medidas disciplinarias contra quienes los incumplan o coaccionen a sus compañeros. Por último, el P-LIB expresa su solidaridad al controlador aéreo Francisco Capella ante las descalificaciones de las que está siendo objeto por denunciar desde dentro de la profesión los excesos de los controladores sindicados.