El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) advierte que la nueva inyección de dinero decidida por la Reserva Federal es un signo evidente de que la economía estadounidense no se ha recuperado, y no lo hará tampoco a lo largo del 2011 como algunos economistas quieren hacer creer a la opinión pública.
La inyección de entre 600.000 y 900.000 millones de dólares en la economía estadounidense (entre 75.000 y 100.000 millones al mes, hasta junio de 2011) es un acto desesperado, irracional y pernicioso que no incentivará la economía en ninguno de los aspectos mencionados por la Fed.
El Secretario de Política Económica del P-LIB, Leonardo Ravier, ha declarado hoy que: “lo que se conoce como quantitative easing (flexibilización cuantitativa), no es más que un mecanismo de aumento de la masa monetaria en el sistema, y por lo tanto generará inflación, devaluará el dólar y distorsionará los precios relativos en función de cómo se realice dicha inyección, existiendo una alta probabilidad de promover nuevas burbujas en el mercado de valores o de la vivienda». «Lo único que realmente estimula este tipo de medidas es una mayor recesión”, ha afirmado Ravier, añadiendo que “esta es una muestra más de que la economía norteamericana no está saneada, y que se está impidiendo su saneamiento dándole más dosis de alcohol al alcohólico”.
Para el P-LIB, una vez más queda patente la ineficiencia de la intervención deliberada de los bancos centrales. Las economías en recesión necesitan reajustar sus procesos productivos allí donde el mercado lo solicite y según sus propias posibilidades reales de capacidad de ahorro y ajuste. La intervención centralizada de la economía es perniciosa para toda la ciudadanía, que en definitiva es quien deberá soportar, a la larga, mayores recesiones y peores niveles de vida.
