El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera preocupante la escalada del anexionismo marroquí respecto a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, particularmente con la resolución aprobada por el parlamento alauí y los preparativos de una especie de Marcha Verde sobre las dos localidades. El P-LIB no tiene dudas en culpar de esta situación al gobierno e incluso al PSOE, partido que durante los últimos diez años ha intensificado su alianza con Rabat, de la que hay numerosas pruebas e indicios tanto anteriores como posteriores a su llegada al poder. La práctica asunción de la postura marroquí sobre el Sáhara Occidental en la reciente crisis por el desmantelamiento del campamento en El Aaiún demuestra que la élite socialista debe importantes favores o se encuentra fuertemente condicionada de alguna otra manera a los intereses de Rabat.
El P-LIB considera que la debilidad de nuestra diplomacia ante Marruecos es un problema estructural que se deriva de los Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975. Marruecos es un Estado construido mediante la incorporación, dudosamente correcta y realizada sin consultas populares, de territorios diversos tanto españoles como franceses desde su independencia, alimentando el mito de un Gran Marruecos supuestamente histórico y que debería incluir, según el Istiqlal y otros grupos ultranacionalistas, incluso fragmentos de Argelia, Mauritania y Mali. La trágica debilidad española al entregar ilegalmente el Sáhara Occidental se une a su previa salida precipitada de la franja de Tarfaya y al abandono de Ifni unos años antes. La brutal represión en el Sáhara no es la única, ya que el régimen mantiene sometida a la etnia beréber que constituye la población natural de casi todo el antiguo protectorado español del Norte de Marruecos. España no ha hecho en todos estos años más que alimentar y fortalecer el expansionista nacionalismo marroquí, poniendo así en riesgo a las dos ciudades autónomas.
El P-LIB recuerda, respecto a Ceuta y Melilla, el punto 7.5.3 de su Programa Político Marco: «Ante la voluntad anexionista de Rabat, la seguridad y los derechos de ceutíes y melillenses deben tener una expresión contundente en la política exterior, que disipe cualquier duda respecto a futuros horizontes de modificación de la determinación española en la defensa de esas dos poblaciones. Consideramos que ambas ciudades deben tener la plena consideración de comunidades autónomas, y entendemos que por sus peculiares características podría establecerse en ellas centros financieros offshore. El Partido de la Libertad Individual considera que el status político de ambas ciudades debe depender exclusivamente de la voluntad de sus ciudadanos, libre y democráticamente expresada en las urnas».
El P-LIB comprende y apoya las declaraciones efectuadas en los últimos días por los presidentes de ambas ciudades autónomas, que han pedido al gobierno una seria política de firmeza frente a Marruecos. El P-LIB ofrece todo su apoyo y solidaridad a la población ceutí y melillense ante la escalada anexionista del país vecino.