El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su preocupación por lo que a todas luces parece una persecución coordinada contra Wikileaks, particularmente a través de medidas de asfixia financiera que parecen implicar a grandes empresas de medios de pago, empresas no precisamente distantes del poder político. El P-LIB comprende la respuesta de algunos hackers ante esta persecución. El P-LIB reitera su esperanza de que Wikileaks sea sólo la primera entidad dentro de una creciente pluralidad de centros de publicación de filtraciones, fortaleciendo a la sociedad civil en detrimento de los Estados. En este sentido, el P-LIB expresa también su preocupación por el riesgo de que el caso Wikileaks lleve a los Estados a habilitar sistemas de control de Internet, y hace un llamamiento a la sociedad a mantenerse vigilante ante esa posibilidad y a defender a cualquier precio la libertad en la red. El P-LIB recuerda que el Estado no tiene derechos, son los ciudadanos quienes tienen derechos, y entre ellos el derecho a que sus gobernantes no les mientan ni les oculten información relevante. Todo «secreto de Estado» es un secreto contra la sociedad y suele encubrir acciones que incluso las propias leyes del Estado en cuestión considerarían ilícitas. Entre otras medidas, el Programa Político Marco del P-LIB contempla la supresión de los fondos reservados.