El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) apoya a los músicos callejeros en su protesta frente a las nuevas ordenanzas municipales de Madrid y frente a la persecución de la que se sienten víctimas por parte del equipo de gobierno que encabeza Alberto Ruiz-Gallardón. En particular, el P-LIB considera inadmisible que sean los burócratas del ayuntamiento quienes decidan qué instrumentos se puede tocar en la calle y cuáles no. Es una injerencia especialmente llamativa, pues la norma pretende regular a los creadores, a los músicos callejeros, a los artistas urbanos en definitiva. El P-LIB quiere denunciar además el doble rasero de las administraciones públicas para con el arte y los artistas, dando cuantiosísimas subvenciones a algunos y dificultando o restringiendo su actividad a otros.
El Secretario de Relaciones Institucionales del P-LIB, Luis Espinosa, ha declarado hoy que «los perjudicados son los artistas más humildes, aquellos que ejercen su actividad y dan vida a su arte en la calle por falta de otras opciones». «Entiendo perfectamente el conflicto de intereses que surge entre aquellos que desean una vía pública tranquila y aquellos otros que ejercen en ella una actividad artística; pero este conflicto no se resuelve con más prohibiciones, restricciones y disposiciones arbitrarias, sino con la simple aplicación de las disposiciones sobre ruidos», ha añadido.