El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera prematura la convalidación de las nuevas autoridades tunecinas por parte del presidente del gobierno español. La situación del país sigue siendo muy inestable y apresurarse a legitimar desde el exterior al presidente Mebaza es cuando menos inoportuno. En casos como el de Túnez lo sensato es apoyar a quienquiera que esté en el poder para que organice y celebre en paz elecciones constituyentes, sin convalidar el poder político del país hasta que se haya constituido un gobierno debidamente legitimado. Pero más inoportuno que el mero posicionamiento de nuestra diplomacia es el aval de trescientos millones de euros que José Luis Rodríguez Zapatero ha prometido en Túnez. Cuando nuestro gobierno apenas consigue colocar su deuda a precios altísimos y busca inversores por todo el mundo para nuestras empresas y cajas, cuando atravesamos la peor crisis económica de nuestra historia reciente, no parece que sea momento de avalar créditos ajenos sino de preocuparse por pagar los propios.