Ante los nuevos descubrimientos policiales sobre el caso de corrupción Orquesta, el Coordinador del Partido de la Libertad Individual (P-LIB) en Galicia, Ramón Rodríguez, ha denunciado que se haya “empleado el recurso a la subvención para el enriquecimiento personal de miembros de los tres partidos principales de esa comunidad, y muy especialmente en los concellos de la Costa da Morte». «No se salva nadie, ni del PP, ni del PSdeG, ni del BNG”, ha manifestado Rodríguez.
Las escuchas telefónicas efectuadas por la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UNEF) de la Policía Nacional a varios imputados en la operación Orquesta y las reflexiones tanto de los agentes como del juez instructor apuntan a que habría más concellos en los que se ejecutaban prácticas ilícitas, al margen de los tres que ya constan en la instrucción –Cee, Fisterra y Mazaricos–. Serían los Ayuntamientos de Sada, Corcubión y Muxía –el primero gobernado por BNG y PSdeG y los dos últimos en manos del PSdeG– los que aparecen reflejados en las conversaciones del sumario de la trama de corrupción en la Costa da Morte. “La corrupción parece ser que es algo inherente a la casta política de este país –ha apuntado Rodríguez–. El mero hecho de que existan subvenciones y, en general, gasto público incontrolado, incentiva su desvío.”
El seguimiento de llamadas de Carlos Rey Paz, funcionario del juzgado de paz de Muxía, desvela una red de fraude de ayudas públicas «con la connivencia de funcionarios» de la Consellería de Cultura e Turismo del PP –según concluye el juez del caso– con el objetivo de organizar fiestas locales. Las subvenciones, conseguidas con el falseamiento de facturas son, en teoría, ayudas, incentivos, premios, aunque en la práctica son recursos que se sustraen a los ciudadanos para que los políticos los gasten en sus redes clientelares. La única forma de acceder a una subvención es cumplir los requisitos marcados por el político, de forma que sólo aquellos a quienes la trama corrupta informa acceden al dinero público.
Como queda una vez más patente, la corrupción es intrínseca a una economía estatalizada o canalizada a través de la administración pública, como es el caso de Galicia. «Del mismo modo que la forma más efectiva de combatir los hongos es desecar la zona afectada por la humedad, la forma más efectiva de combatir la corrupción es mediante la reducción drástica de la capacidad recaudatoria, del endeudamiento y del gasto público que alimenta a la casta política y a sus allegados», ha afirmado el Coordinador del P-LIB gallego. «El P-LIB es el único partido de Galicia y del resto de España que en sus estatutos tiene prohibido expresamente aceptar cualquier tipo de subvención pública», ha recordado Rodríguez.