El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera lógica la rebaja de la calificación de la deuda soberana de Portugal hasta la consideración de bonos «basura» de alto riesgo para los inversores. Los sorprendente es que las agencias calificadoras tarden tanto en detectar las inversiones «basura» cuando sus emisores son los Estados. El P-LIB considera que esta crisis pone de manifiesto el fracaso del Hiperestado y de su principal instrumento de poder: la emisión indiscriminada de deuda sin el respaldo suficiente. Cuando un endeudado suspende pagos, que se trate de un Estado no supone consuelo alguno para sus acreedores. En la etapa actual, invertir en deuda pública es una temeridad, sea portuguesa, griega, española o de otros Estados. El error de la agencia Moody’s no es ser demasiado dura con la deuda soberana, sino quedarse muy corta y alertar demasiado tarde.