El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) manifiesta su más absoluta repulsa ante las amenazas vertidas ayer por Carlos Cuadros, director general del Cine en el Ministerio de Cultura, contra todos los blogs y sitios web que publiquen enlaces de descarga de contenidos. En un tono vulgar incompatible con el cargo que ostenta, Cuadros se permitió ayer acusar a los sitios de descargas de «trincar todo lo que pueden» y «robar», y afirmó que se les va a «acabar» el negocio antes de fin de año, amenazando con «identificarles» para someterles a graves responsabilidades civiles.
El P-LIB llama a la resistencia civil pacífica frente a la intolerable caza de brujas que anuncia el señor Cuadros, responsable del negociado de la subvención injusta y ruinosa a los creadores cinematográficos alineados con el poder político. El P-LIB anima a los miles de emprendedores del subsector de sitios de enlaces a establecer sus servidores y centros de datos en jurisdicciones menos lesivas de la libertad y los derechos civiles, y a los consumidores a proteger su derecho al anonimato de las comunicaciones en la Red. No consideramos legítimo que se emplee el dinero de los contribuyentes para perseguir a los usuarios de Internet que deciden compartir sus archivos con terceros en el marco de comunicaciones privadas, ni a las empresas que simplemente ofrecen sitios de listado donde indexan enlaces de terceros. El dinero de los impuestos no puede emplearse para sobreproteger el monopolio de unos pocos a costa de la libertad de todos.
El presidente del P-LIB, Juan Pina, ha afirmado en respuesta a las declaraciones de Cuadros que «a cuadros es como nos hemos quedado los usuarios de Internet ante las amenazas de este títere de las entidades de gestión. Lo que se va a acabar antes de fin de año es el gobierno socialista, pero con gente como Lassalle en el PP podemos temernos lo peor», añadiendo que «es lógico que Cuadros hable de trincar, seguro que de eso sabe mucho ya que se relaciona a diario con los que trincan nuestro dinero para hacer películas que la sociedad no demanda». «La nefasta ley Sinde es una de esas normas tan injustas y absurdas que, sencillamente, no se cumplirán. Cuando el legislador va, el libre mercado ya ha ido y vuelto varias veces, y sin duda alguna los ciudadanos seguirán compartiendo libre y anónimamente enlaces y archivos. Todo esto es una gran cortina de humo para justificar medidas liberticidas que intentan acabar con la Internet libre que hasta ahora habíamos conocido», ha concluido.
El P-LIB considera que el Ministerio de Cultura debe dejar de interferir en la evolución natural de la tecnología, que exige de los productores culturales una completa reorientación de sus modelos de negocio.