El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera deplorable el anuncio de Soraya Sáenz de Santamaría al término de la reunión del Consejo de Ministros celebrada hoy, en el sentido de que se habilitará la «opción» de que las comunidades autónomas abran al sector privado «la gestión del servicio público de radiotelevisión».
En este sentido, el Presidente del P-LIB, Juan Pina, ha declarado que «todo medio de comunicación en manos de una administración pública está automáticamente bajo sospecha de parcialidad a favor del gobierno del momento, y en la inmensa mayoría de los casos esa sospecha es acertada». «Ni la radio ni la televisión son servicios públicos sino actividades empresariales como cualquier otra», ha añadido, para señalar a continuación que «el Estado no debe regentar emisoras de radio ni de televisión, ni más medios de comunicación que los estrictamente destinados a publicar las leyes, por lo que la cuestión no es privatizar sólo la gestión, ni sólo en el nivel autonómico, ni mucho menos dejar todo esto como opción a considerar por los barones del PP regional». «Las radios y televisiones del Estado nos cuestan dinero a los mismos que sufrimos su bombardeo de desinformación, y no tenemos por qué seguir pagándolas mientras nuestra carga tributaria alcanza niveles insoportables bajo el nuevo gobierno conservador», ha recordado.
«Había ingenuos que esperaban del nuevo gobierno y del partido colectivista que lo sustenta una política de cierre o venta de todas las radios y televisiones autonómicas y locales, así como de RTVE, por su coste disparatado y por su más que constatada parcialidad. Pero este gobierno continúa empeñado en descartar cualquier medida liberal en cualquier terreno«, ha afirmado. «Resulta lamentable oír cómo a Sáenz de Santamaría y a los demás dirigentes del gobierno popular se les llena la boca con conceptos como el de «servicio público», poniendo de actualidad las conocidas palabras de Hayek sobre los socialistas de todos los partidos«, ha concluido.
El P-LIB invita a la reflexión a las personas que se consideran liberales pero votaron al PP el pasado 20 de noviembre.