El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera que la presentación de concurso de acreedores por la compañía aérea Spanair es particularmente significativa. En los últimos años, Spanair se había convertido en un pozo sin fondo de dinero público, devorando unos ciento cincuenta millones de euros de los contribuyentes. Las administraciones públicas que subvencionaron a Spanair deberían reconocer ahora el enorme error cometido, y comprometerse a no vover a interferir en la actividad del sector aéreo ni de ningún otro. El Estado perjudica por igual cuando persigue a una empresa o cuando la ayuda. El dinero de los ciudadanos no está para apuntalar los negocios de nadie. El sector de transporte aéreo debe liberalizarse real y totalmente, lo que sólo será posible si se prohíbe toda subvención directa o indirecta a las aerolíneas. Las subvenciones a empresas son invariablemente injustas y perniciosas.