El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) se manifestó nuevamente ayer en Valencia y Madrid por una Internet libre y por la derogación de las leyes liberticidas que establecen controles e inspecciones del poder ejecutivo sobre la Red, principalmente con la excusa de proteger los derechos de autor. Leyes como la española Sinde (ahora justamente redenominada como ley Sinde-Wert por los usuarios de Internet) o las leyes SOPA y PIPA de los Estados Unidos provocan una gran preocupación por la inseguridad jurídica y la indefensión extrema que crean.
El detonante de las concentraciones de ayer, que fueron la expresión española de un movimiento paneuropeo con más de doscientas manifestaciones similares en todo el continente, es la promulgación del nefasto tratado ACTA, negociado en secreto y prácticamente impuesto a los gobiernos que lo han firmado. Las movilizaciones ciudadanas ya consiguieron que países como Eslovaquia, la República Checa o Polonia dieran marcha atrás o no llegaran a aprobar ACTA. Con las concentraciones de ayer se expresaba el llamamiento de los europeos a sus parlamentarios para que el próximo mes de junio, cuando lo debatan en Estrasburgo, rechacen igualmente este tratado. Con la apariencia de un acuerdo más de libre comercio, ACTA es en realidad un arma legal a favor de los gobiernos y en contra de los ciudadanos, que convertirá a las empresas de servicios online, desde operadores y proveedores de acceso hasta empresas de alojamiento web, de blogs y otras muchas, en espías al servicio del Estado.
La concentración de Valencia fue convocada por el P-LIB, que en Madrid se sumó a la convocada por el Partido Pirata, y que contó también con la presencia de una delegación de la Asociación de Internautas. En la concentración madrileña, por parte del P-LIB intervinieron Daniel Martínez, de la Comisión Ejecutiva en la Comunidad de Madrid, y el Presidente del partido Juan Pina. Daniel Martínez destacó que la intensificación del control estatal sobre Internet tendrá su respuesta en un uso cada ves más extendido de la encriptación. Juan Pina recordó que Internet es el entorno en el que ya realizamos la mayor parte de nuestras actividades de todo tipo, y por lo tanto reducir la libertad en la red es reducir en general nuestra libertad personal.
Lamentamos que las concentraciones españolas no hayan tenido el alcance de otros países europeos. En cualquier caso, el P-LIB seguirá trabajando por una Internet libre de toda intervención estatal ajena a la tutela judicial. Una vez más animamos a los usuarios de Internet a no dejarse amedrentar, y a la comunidad de desarrolladores informáticos a poner a la disposición del público sistemas cada vez mejores de protección del derecho inalienable y fundamental a una comunicación plenamente anónima.
A la izquierda un grupo de manifestantes en la concentración de Valencia. A la derecha, un momento de la concentración madrileña ante el Ministerio de Cultura.