El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) sigue con preocupación los incidentes de orden público que desde hace unos días vienen sucediéndose en Valencia, y que se recrudecieron la pasada noche.
Los principios del P-LIB rechazan invariablemente el inicio de la violencia. Nuestro partido no comparte los motivos de las protestas estudiantiles pero defiende el derecho fundamental e inalienable a la manifestación. Este derecho, que en nuestro ordenamiento no requiere autorización pero sí comunicación previa, no puede ejercerse mediante acciones que vulneren la libertad de otras personas. La ocupación temporal de espacios peatonales y de vías públicas, con la consiguiente privación de su uso al resto de los ciudadanos y al tráfico rodado, constituye una de esas acciones. Los transtornos a los comerciantes y por consiguiente a sus empleados, y el entorpecimiento de la actividad económica, resulta injustificable. Cualquier ciudadano puede legítimamente expresar su disconformidad con una situación y criticar las políticas aplicadas en el ámbito de sus intereses, pero existen cauces legítimos que la convivencia ciudadana exige respetar. En este sentido, celebramos que las manifestaciones convocadas para hoy estén sucediéndose hasta ahora de forma pacífica y sin incidentes.
Dicho esto, también es de justicia señalar que la respuesta policial a las algaradas estudiantiles ha sido particularmente dura y quizá desproporcionada, por lo que exigimos la apertura de una investigación y la depuración de las responsabilidades profesionales y políticas que corresponda. El P-LIB exige igualmente la plena identificabilidad de los agentes policiales cuyo rostro va cubierto por el equipamiento antidisturbios. La práctica demasiado habitual de retirar los números identificativos debe ser perseguida, y quienes hayan incurrido en ella deben ser sancionados. Los agentes que se hayan excedido en el ejercicio de sus funciones y hayan causado daños injustificados a los manifestantes deben ser apartados del servicio y afrontar las responsabilidades que correspondan. El P-LIB cree en unas fuerzas y cuerpos de seguridad sometidos sin fisuras al imperio de la ley y a la supremacía inviolable de los derechos fundamentales del individuo.
No compartimos los motivos de estas manifestaciones. Las deficiencias evidentes del sistema educativo estatal, denunciadas estos días por los manifestantes, deberían llevarles a replantearse si la universalidad educativa, que compartimos, está realmente bien gestionada por el Estado. Nosotros creemos que ni lo está ni puede estarlo, y apostamos por sistemas que permitan a los ciudadanos escoger libremente entre centros educativos privados de todo tipo. Esa pluralidad de opciones y la competencia entre centros son esenciales para generar la excelencia necesaria en la educación, frente a los pésimos resultados de nuestro país en todas las evaluaciones internacionales. Los manifestantes, probablemente inducidos por los sindicatos de profesores, están reivindicando la educación pública, una educación mediocre y burocratizada que, como las pensiones públicas y como tantos otros servicios públicos, es sencillamente un fracaso y debe verse sustituida por su equivalente privada, asegurando el acceso universal mediante mecanismos de cheque escolar. Nos ponemos a disposición de los representantes estudiantiles y de toda la sociedad valenciana para que conozcan nuestroas propuestas en materia educativa.
La sociedad es suficientemente madura para reconocer la espontaneidad o no de una protesta, y los intereses en juego en torno a la provocación de incidentes y la generación de dinámicas de acción-reacción con objetivos políticos. De la misma manera que exigimos una acción policial impecablemente respetuosa de los derechos individuales, pedimos también una investigación sobre la posible instigación y manipulación externa de las acciones de protesta por parte de menores de edad.
El Coordinador General del P-LIB valenciano, Francisco Ramos, ha llamado a la calma y ha declarado que “lo principal ahora es serenar los ánimos y evitar acciones violentas por parte de todos, investigar los excesos policiales e impedir acciones vandálicas al calor de las manifestaciones”.