El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su preocupación ante las informaciones periodísticas de estos días, según las cuales el Presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, estaría promoviendo un pacto de silencio entre los grupos parlamentarios para evitar la admisión de toda pregunta o interpelación relacionada con la jefatura del Estado. Resulta sorprendente que la Mesa de la cámara baja, con el voto del PSOE, PP y CiU, argumente que esa institución es un «tercero no sometido a control parlamentario». Si ese argumento llega a convertirse en norma, ¿quién ejercer entonces la función de control respecto a la Corona? La respuesta es obvia y alarmante: nadie. En el pasado sí se ha tratado en ambas cámaras, en bastantes ocasiones, cuestiones relacionadas con la jefatura del Estado, pero ahora Posada parece decidido a establecer un acuerdo entre las fuerzas del establishment para impedirlas en el futuro. No parece ajeno a ese intento el pésimo momento reputacional que atraviesa la institución. El P-LIB está a favor de la máxima transparencia y pide que no haya vetos, tratos de favor ni exclusiones en la función parlamentaria de control de las instituciones.