Ante la aprobación del copago farmacéutico en Cataluña y su probable extensión al otras comunidades y a las consultas y otros actos médicos, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) reitera su posición ya expresada en el pasado: estamos radicalmente en contra del copago, que es en realidad un doble pago y pone de manifiesto el estrepitoso fracaso del sistema estatalizado de sanidad. Es indignante que la gente deba pagar al Estado unas cantidades muy superiores a las que les costaría un buen seguro sanitario, para recibir a cambio un mal servicio y encima tener que volver a pagarlo parcialmente mediante el denominado «copago», un parche destinado a prolongar la agonía del fallido sistema estatal. La quiebra del mal llamado Estado del bienestar, convertido en realidad en el bienestar del Estado y de quienes lo administran y parasitan, no de la gente común, debe desembocar en la devolución a la sociedad civil de la gestión de servicios tan importantes como la sanidad, actualmente usurpados por el Estado socialdemócrata. Garantizar la universalidad de acceso al servicio es muy fácil: basta con emitir bonos para las personas con bajo nivel de renta, canjeables en la aseguradora médica de su elección, en vez de mantener para ellas un servicio burocratizado y carísimo forzando al resto de la población a pagarlo.