Desde que se anunciara que el Gobierno Central daría luz verde a empresas petrolíferas para que se iniciaran las prospecciones en busca de petróleo a unos sesenta kilómetros de las costas canarias, en zona limítrofe con las aguas marroquíes, hemos venido asistiendo a un lamentable espectáculo de declaraciones cruzadas y amenazas veladas por parte del Gobierno Canario, del Ministerio de Industria y ahora también del gobierno marroquí. El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera que nos podríamos haber ahorrado todo esto si los derechos de propiedad no estuvieran mal asignados, especialmente en el caso de las aguas territoriales, donde los Estados se arrogan esta propiedad cuando les conviene, dejándolas totalmente descuidadas mientras tanto.
En cualquier caso, dado el statu quo, defendemos la libertad de empresa e iniciativa por parte de cualquier empresa que cumpla con la normativa y los altos estándares de calidad de este tipo de prospecciones. Creemos que están en su derecho de llevar a cabo estas prospecciones sin soportar amenazas del Gobierno de Canarias. Estas se producen tras un delirante e incoherente cambio de discurso, ya que debemos recordar que hasta hace escasos días mantenían posiciones contrarias e incluso hostiles frente a los grupos de presión ecologistas en el tema del Puerto de Granadilla. En cambio ahora se abrazan efusivamente, comparten el más demagógico discurso verde y se niegan a llevar a cabo un análisis objetivo de coste/beneficio y riesgo/oportunidad de las prospecciones para Canarias.
El Coordinador del P-LIB en Canarias, Ignacio M. García Medina, ha declarado que “una vez más el Gobierno Canario se abona al discurso ambiguo, casi esquizofrénico, siendo capaz de apoyar una cosa y la contraria de forma simultánea” y que «las posturas en torno a este asunto se antojan demagógicas y no se basan en análisis técnicos, económicos y medioambientales serios».