El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera que toda visita oficial de un jefe de Estado o de gobierno a Cuba constituye un espaldarazo al régimen totalitario que mantiene sometida a la población de la isla, especialmente si no se prevé en la agenda ni una sola reunión con representantes de la oposición clandestina, ni en general de la sociedad civil.
El P-LIB lamenta que el Papa haya optado por emprender un viaje oficial a Cuba que, al realizarse bajo esas condiciones, resulta estéril y hasta cómplice. El único precedente, la visita del anterior Papa en 1998, no produjo resultados relevantes para la Libertad en la isla, y ello debería haber motivado una profunda reflexión antes de planificar este viaje, que puede ser un nuevo balón de oxígeno a la dictadura. Para el Presidente del P-LIB, Juan Pina, «una visita así sitúa al Papa en el lado de los gobernantes como Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Evo Morales o Rafael Correa, que no tienen empacho en tratar a los Castro como a un gobierno normal, y no del lado de los líderes que se niegan a legitimar con su presencia en Cuba la sanguinaria y obsoleta dictadura, o de aquellos que al menos tienen la dignidad de recibir durante su estancia a quienes luchan por la Libertad».
El P-LIB reitera su máxima condena al régimen comunista cubano y le exige la liberación incondicional de los presos políticos, la libertad de movimientos de los ciudadanos cubanos dentro del país y su derecho a viajar al exterior y regresar, la devolución de la propiedad confiscada, la libertad de reasentamiento de los exiliados y la convocatoria de elecciones libres y plurales bajo eficaz observación internacional.