En relación con la polémica por la renovación del Consejo de RTVE, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) rechaza el cambio de normativa que refuerza el poder del gobierno en el mismo, al poder nombrar sin consenso al presidente del órgano, tal como acaba de hacer el Ejecutivo al designar a Leopoldo González-Echenique. Es obvio que esto va a dar al partido que se encuentre en cada momento en el poder la posibilidad de manipular aún más la radio y la televisión estatales. Es igualmente lamentable la pataleta del PSOE ante esta cuestión, ya que cuando ha podido también ha ejercido una manipulación informativa extrema de los medios de RTVE. Pero la cuestión realmente importante es que este enfrentamiento demuestra una vez más que el Estado no debe disponer de medios de comunicación, y que estos son inevitable e invariablemente correas de transmisión al servicio de los gobernantes de turno y, más allá de ellos, al servicio de los grandes consensos articulados por la casta política, no al de la verdad, la transparencia ni la pluralidad de opiniones. El P-LIB reitera su apuesta por la privatización de todas las radios, televisiones y otros medios de comunicación de titularidad pública, a todos los niveles territoriales. Esa privatización es más urgente que nunca ante la situación de crisis económica que atravesamos.