El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) de Canarias ve con desasosiego y enorme preocupación el borrador de 23 folios de la Ley de Renovación y Cualificación Turística. En él, el Gobierno de Canarias demuestra una vez más su afán liberticida, escondido tras la cobardía de apelar a que el turismo es un sector estratégico para las islas. Esto parece dar carta blanca al intervencionismo más salvaje con afirmaciones como que «los titulares de los establecimientos y actividades turísticas tienen el deber de mantener, conservar, mejorar y rehabilitar los inmuebles e instalaciones en las condiciones requeridas para su uso establecido por la normativa del sector», lo que no sólo les obligará a presentar un informe emitido por entidades acreditadas sobre el estado de conservación sino que además, en caso de incumplimiento de los requisitos, se contempla que podrá procederse a la “sustitución del propietario” por vulnerar la función social de la propiedad, es decir, la expropiación.
Aunque se trata de un mero borrador y confiamos en que no prospere, ya sea gracias a la Justicia, la política o al más básico sentido común, el P-LIB observa con terror la naturaleza liberticida de los legisladores canarios. En palabras de Ignacio M. García Medina, Coordinador del P-LIB en Canarias, este borrador “deja claro lo que les pide el cuerpo a nuestros gobernantes: el más absoluto intervencionismo propio de regímenes bananeros”.