El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera muy significativo que por primera vez el gobierno haya recurrido al Fondo de Prevención de la Seguridad Social, constituido por los excedentes de las mutuas de accidentes que componen el sector MATEPSS. En lo que va de verano, el gobierno ha consumido recursos de este fondo por valor de casi tres mil millones de euros, dejando el fondo en la cifra inédita de apenas cuatrocientos millones. Para el P-LIB, se trata de un primer paso para la futura utilización del Fondo de Reserva, cuyo monto actual se aproxima a los setenta mil millones.
La más que probable utilización de esos fondos, destinados teóricamente a las pensiones futuras, para el pago de pensiones actuales, da una idea de la situación desesperada de nuestro sistema de pensiones y de nuestras cuentas públicas. Pero además, expone de una manera particularmente visible la inmoralidad del sistema de pensiones «de reparto», basado en una supuesta «solidaridad intergeneracional» que no es tal, ya que el Estado es consciente de la insostenibilidad futura y por eso va ahorrando mediante el Fondo de Reserva, pero después no tiene reparo en gastárselo para atender sus obligaciones actuales, en vez de mantener su capitalización para los futuros pensionistas.
Los ciudadanos están cautivos de un sistema que les quita mucho y les devuelve poco. Si una empresa privada de seguros falla a la hora de prestar los servicios que contratan sus clientes es perseguida en los tribunales de Justicia, pero cuando es el Estado el que incumple sus compromisos no hay nada que hacer. Por si fuera poco, el Estado ha invertido el dinero de los fondos de reserva en la propia deuda que él emite, la misma deuda que los inversores privados no quieren comprar ni siquiera a los altísimos tipos de interés que ya se está ofreciendo. Esto crea una duda más que razonable sobre el futuro de las pensiones ya que ni siquiera las reservas están a salvo de los efectos del brutal endeudamiento del Estado. Por ello, el P-LIB considera que las pensiones de los políticos, responsables de este despropósito, deberían pagarse en bonos del Estado, puesto que tanto confían en ellos. Tanto como para haber invertido en ellos, sin consultarnos, el dinero de nuestras futuras pensiones.
El P-LIB llama al gobierno a denunciar el Pacto de Toledo e iniciar de inmediato la transición ya inaplazable hacia un sistema de capitalización individualizada privada y universal, con un sistema de aportación de los trabajadores fundamentalmente para sí mismos y, adicionalmente, para un fondo que permita cotizar por aquellos que no puedan hacerlo (modelo intrageneracional). El P-LIB considera urgente deshacerse del quebrado y empobrecedor sistema de pensiones actual, que representa una carga insoportable para los trabajadores en activo y un expolio para los pensionistas, ya que, en general, apenas les devuelve una pequeña parte de lo que cada uno cotizó.