El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) recibe con tristeza la edición de 2012 del estudio de la Unesco sobre la situación educativa, que deja a España prácticamente a la cabeza del continente europeo en fracaso y abandono escolar. Los liberales consideramos urgente expulsar al Estado de las aulas. El Estado ha fracasado como educador porque uno de cada tres alumnos abandona antes de terminar la enseñanza considerada obligatoria. Ha fracasado como empleador porque los profesores han sido transformados en funcionarios descontentos y desmotivados. Ha fracasado como planificador porque impone currículos sesgados que se orientan a la ingeniería social y cultural, y que no consiguen aportar al mercado de trabajo personas cualificadas para insertarse con éxito en él. Y ha fracasado como gestor económico porque la educación estatalizada cuesta mucho y ofrece muy poco.
El Estado debe dejar de gestionar la educación de nuestros menores, que corresponde a los padres y tutores, los cuales deben ser libres de elegir la escuela de su preferencia entre la pluralidad de opciones, idearios y currículos que el orden espontáneo del sector educativo ofrezca (u optar por la enseñanza en el hogar). Por lo tanto, proponemos privatizar todas las instituciones educativas y liberalizar el sector por completo. Las escuelas pueden convertirse en cooperativas de profesores, en empresas convencionales o en entidades sin ánimo de lucro. En esta fase, el papel del Estado debe limitarse a financiar subsidiariamente la educación de los alumnos cuyas familias no dispongan de recursos para ello, mediante el cheque escolar. Es necesario recordar que la factura mensual de un colegio sería perfectamente asumible por cualquier familia media si no se le cobraran unos impuestos tan abusivos, y si el Estado no elevara el precio artificialmente mediante su competencia desleal. Es falso que la educación estatal sea gratuita: en realidad le cuesta un dineral a cada ciudadano, tanto si hace uso de ella como si no.