A raíz de la campaña de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidiendo más regulación por parte del estado del sector energético, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) denuncia que el verdadero motivo del encarecimiento en la factura de la luz no es otro que el exceso de regulación por un lado, y la falta de libertad en el mercado energético por otro. La nefasta intervención estatal en la economía siempre desemboca en altos impuestos y servicios mediocres y caros, que los ciudadanos cautivos acaban pagando sin remedio.
El P-LIB lamenta que una de las principales organizaciones de defensa del consumidor lleve a cabo una campaña perniciosa para los intereses de quienes dice defender, los consumidores, ya que estos siempre estarán mejor atendidos en un mercado libre. Es ilusorio pretender que sea el Estado quien los defienda cuando es el mismo Estado quien causa el problema al proteger el oligopolio del sector energético y aplicar altísimos impuestos a nuestro consumo. Invitamos a los ciudadanos a la reflexión sobre la injerencia estatal en la prestación de todos los servicios y particularmente en este sector. La desaparición de la tarifa regulada por el gobierno hará sin duda alguna que las compañías tengan que competir por mantener a sus clientes, compitiendo de verdad en lugar de beneficiarse de un ilegítimo acuerdo de reparto del mercado cautivo.
Es lamentable la recogida de firmas de la OCU para pedir que el Ministerio de Industria regule aún más la luz. La OCU defendería mejor a los consumidores exigiendo la plena liberalización del sector energético (y no sólo de las comercializadoras) para beneficio de los ciudadanos y no del Estado. El P-LIB denuncia la mezcla entre el Estado y las grandes empresas energéticas, y entre la casta política y la aristocracia directiva de estas empresas privilegiadas. Es la misma élite con distintos collares, y eso no es capitalismo sino puro mercantilismo que distorsiona y entorpece el mercado.
Los liberales defendemos un capitalismo de base también en el sector de la energía, es decir un mercado libre para todos y no sólo para unos pocos. Por ejemplo, pensamos que cualquiera debería poder generar sin trabas su propia energía y vender el excedente. Roxana Nicula, Secretaria de Acción Ciudadana del P-LIB ha declarado que «si la OCU de verdad quiere velar por los consumidores debería exigirle al ministro Soria la apertura total del mercado energético, hoy estrangulado por el intervencionismo para beneficio de un puñado de empresas» y ha denunciado que «los impuestos representan más de la mitad de la factura que los ciudadanos pagamos por la luz», añadiendo que «toda regulación estatal genera injusticias y traslada el problema de los más poderosos a los más indefensos: de quienes se organizan y gritan más fuerte, usando muchas veces la violencia, a aquellos otros que no quieren, no pueden o simplemente no saben hacerlo, y que suelen componer la gran mayoría silenciosa de ciudadanos».