El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) sigue con preocupación el debate de estos días en los Estados Unidos sobre la posibilidad de que se acuñe una moneda de un billón de dólares (un trillón, en la denominación norteamericana) para monetizar deuda federal por la misma cantidad. Aunque por ahora es improbable que esta argucia, diseñada para saltarse las decisiones del Congreso de los Estados Unidos, se lleve a cabo, sin embargo ilustra muy bien el sistema monetario actual. Óscar Timón, Portavoz del P-LIB en Economía, ha declarado que «esta posible acuñación revela que vivimos en un sistema donde el dinero es un monopolio estatal y los políticos pueden crear dinero a voluntad». Por ello, denuncia que «los políticos endeudan a generaciones enteras ya que sólo necesitan crear nuevo dinero para pedirlo prestado». Para Timón, «el nuevo dinero creado por el Estado reduce el valor del ahorro y de las rentas de todos los ciudadanos, es decir, se produce un robo encubierto que además distorsiona la economía». «Los liberales —ha señalado— reiteramos nuestra apuesta por poner fin al monopolio estatal del dinero». El portavoz liberal ha advertido que «los ciudadanos, tanto americanos como del resto del mundo, a los que también afecta la manipulación del valor del dólar, no deben dejarse engañar porque, si al final no se acuña esta moneda pero el Congreso aprueba un aumento del techo de deuda de un billón de dólares, el resultado será el mismo con la única diferencia de que la monetización la llevará a cabo la Reserva Federal y no el Tesoro, y que en vez de una moneda habrá un asiento contable».