El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su profundo rechazo a las políticas que han llevado a nuestro país a tener seis millones de parados que intentan encontrar un empleo y un número indeterminado de parados que han tirado la toalla ante la imposibilidad de encontrar uno. Mientras los privilegios de la casta política se mantienen, el número de trabajadores con empleo ha bajado de los 17 millones y no parece que hayamos tocado fondo. En los años que llevamos de crisis la destrucción de empleo ha sido una constante y a pesar de los millones de empleos desaparecidos todavía seguimos destruyendo empleo. Hay pocas razones para pensar que la tendencia pueda revertirse. A lo más que podemos aspirar, con las actuales políticas, es a un estancamiento del empleo en el sector privado. Este sector lleva cinco años intentando purgar los excesos de la burbuja y el gobierno no hace sino ponerle obstáculos en el camino de forma que, si al final consigue eliminar los excesos, su capacidad para crear empleo será mínima. El empleo público, sin embargo, sigue otros derroteros. Hasta finales de 2011 el número de trabajadores públicos no hizo sino aumentar, entre otras cosas para colocar amistades que se habían quedado en paro. En 2012 esta tendencia suicida se ha revertido y se ha iniciado la destrucción de empleo público aunque este sigue siendo superior al existente al empezar la crisis. Estas reducciones de empleo público, como era de esperar, no se han centrado en sus trabajadores menos productivos sino en los que tenían una protección más débil por tener contratos temporales y que carecían de amistades que les pudieran garantizar su puesto.
La disminución del número de trabajadores públicos es una condición necesaria, aunque no suficiente, para la recuperación económica pero en las actuales condiciones les será complicado encontrar trabajo en el sector privado lo que hace aún más urgente si cabe aplicar el resto de reformas necesarias para salir del pozo en el que los políticos nos han metido.
Los liberales reiteramos que las medidas necesarias para evitar la destrucción de empleo y favorecer su recuperación son:
- Una reforma laboral de verdad que deje a ambas partes libertad para elegir sus condiciones laborales.
- La drástica reducción de impuestos y de gastos.
- La liberalización total de la economía eliminando las absurdas restricciones a la actividad que contaminan cualquier actividad económica.
Óscar Timón, Portavoz del P-LIB en materia de Economía, ha afirmado que «los españoles quieren trabajar, quieren montar empresas y generar puestos de trabajo, quieren sacar sus vidas adelante pero no les dejan» y que «los políticos prefieren mantener su privilegiada situación, que les da derecho a decidir quién prospera y quién no, en vez de permitir a todos los ciudadanos prosperar gracias a su esfuerzo personal». «España se encuentra en la encrucijada, tiene que elegir: puede elegir entre ser Grecia o Suiza, elegir entre ser cada vez más pobres y dependientes de un Estado, es decir, dependientes de los políticos, o elegir ser cada vez más ricos sin depender de nadie y viviendo del fruto de nuestro esfuerzo y del intercambio con los demás», ha concluido.