Ante la imputación judicial de Cristina de Borbón, y sin perjuicio de la presunción de inocencia a la que todo ciudadano tiene derecho, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera llegado el momento de que la institución monárquica española asuma el rechazo generalizado del que se ha hecho acreedora, y las consecuencias correspondientes. La imputación de Cristina de Borbón como cómplice de los presuntos delitos de su marido es la gota que colma el vaso de la paciencia ciudadana con la monarquía. Es obvio que la sociedad civil ya no cree necesaria ni conveniente esta institución. Sus principales exponentes han llegado a percibirse ya como una lacra que avergüenza a los ciudadanos. Los españoles tienen la íntima convicción moral de que el jefe del Estado toleró o quiso ocultar los negocios presuntamente irregulares de su hija y de su yerno. Está igualmente extendida la convicción sobre la posible ilegitimidad de diversos negocios realizados en nombre del propio rey a lo largo de las últimas décadas y con presuntos testaferros de sobra conocidos, y también sobre la presunta evasión fiscal de una parte de su fortuna, al menos en lo relacionado con la herencia de su padre. La sociedad rechaza también el trato de favor presuntamente recibido en España por Corinna zu Sayn Wittgenstein, por motivos obvios, así como su presunta vinculación con extrañas gestiones de Estado. Todo esto junto conforma un panorama de extremo descrédito que afecta muy negativamente a la reputación institucional del país.
«No creo que Juan Carlos de Borbón deba seguir ni un minuto más como jefe del Estado», ha declarado el Presidente del P-LIB, Juan Pina, «pero una precipitada abdicación para sustituirle por su hijo sin que la sociedad pueda pronunciarse al respecto, además de un acto medieval e impropio de la época en la que vivimos, sería un cierre en falso del problema».
Los liberales consideramos que los ciudadanos tienen derecho a decidir si quieren o no librarse de esta institución arcaica y de la familia que pretende perpetuarse en su monopolio generación tras generación sin ningún refrendo de la ciudadanía. Llamamos al gobierno a convocar un reférendum sobre la forma de Estado, para dar a los españoles la oportunidad de sustituir la monarquía por una república similar a las de nuestro entorno político internacional.