El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) de Fuerteventura observa atónito cómo el ayuntamiento de Tuineje orienta de manera abierta a sus ciudadanos al clientelismo institucional y a la dependencia de los políticos, en contra del más elemental sentido común en época de crisis, mediante talleres como el de Elaboración de proyectos y programas para el acceso a subvenciones públicas, que se celebró recientemente en ese municipio. Estos talleres, lejos de fomentar el acceso de las diferentes asociaciones a patrocinio y mecenazgo privado mediante una formación adecuada tienden a fomentar la ignorancia sobre uno de los principales pilares del asociacionismo: la captación de fondos.
Se promueve en cambio el clientelismo político, la falta de independencia, y la consecuente falta de libertad de las asociaciones. Por otro lado no es justo que una entidad privada, sea un partido político, un sindicato, una asociación o una empresa, obligue a los contribuyentes a financiar sus actividades mediante los impuestos y, lo que es todavía peor, mediante la deuda emitida para cubrir dichos dispendios.
Éste no es un debate sobre el asociacionismo ni una crítica al mismo, ya que los liberales apoyamos las actividades asociativas y defendemos que los ciudadanos gocen de plena libertad para desarrollarlas como estimen oportuno, sino una denuncia de la manipulación que de ellas hacen los gestores políticos. Y no debemos olvidar que, con unas arcas públicas quebradas, con la mayor carga impositiva de toda Europa, y con el paro creciendo en el municipio de Tuineje, esta práctica de los responsables políticos municipales no supone más que profundizar en las mismas medidas de gasto, deuda, clientelismo y corrupción que nos han conducido hasta el desastre actual.
El P-LIB recuerda que los ayuntamientos deben dejar a la sociedad civil la impartición de acciones formativas de cualquier tipo, absteniéndose de realizarlas ellos mismos, y reclama que en todo caso, si el ayuntamiento de Tuineje insiste en organizar algún taller formativo para las asociaciones, que no sea para que aprendan a pedir subvenciones, información fácilmente accesible y que en todo caso debe facilitar de oficio el propio consistorio, sino para que aprendan a captar fondos privados, voluntariamente entregados por la ciudadanía. Esto fomentará además la independencia real de las asociaciones frente a los políticos.
Para Israel Alonso, Coordinador Insular del P-LIB majorero y miembro de la Comisión Ejecutiva del partido en Canarias, “una sociedad sólo es libre si no depende de los políticos para el reparto de lo que éstos previamente quitan a la fuerza a los ciudadanos mediante los impuestos”. “Acabar con la cultura de la subvención es urgente: hay que terminar con esta práctica para empezar a poner coto a los escandalosos privilegios políticos y al intervencionismo, que sólo fomentan el clientelismo y la corrupción”, añade Alonso, recordando que “las asociaciones no dejan de ser entidades privadas, como los partidos, sindicatos y empresas, que deben autofinanciarse y no tienen derecho a meter sus manos en los bolsillos de los ciudadanos, y menos a endeudarnos por ello y contra nuestra voluntad”. Por todo ello, el dirigente liberal afirma que “los liberales defendemos y trabajamos por la formación de un auténtico movimiento ciudadano, independiente del poder político, que sea capaz tanto de limitarlo como de exigirle responsabilidades reformando el actual sistema”.