El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) extremeño denuncia la tramitación legislativa que amenaza con hacer realidad la ocurrencia del gobierno autonómico consistente en dar mil euros a todos los jóvenes de entre dieciocho y veinticinco años que retomen los estudios para obtener el título de graduado en la ESO. Al calor de la burbuja inmobiliaria, muchos de ellos no dudaron en trabajar en la construcción al precio de abandonar los colegios e institutos. El P-LIB en Extremadura, que en su día ya se pronunció contra esta medida populista, se reafirma en su total oposición a la misma. El texto legal presenta esta ayuda, falsamente, como una beca.
Los liberales pensamos que gastar el dinero público en estas ayudas es un agravio comparativo a los jóvenes extremeños que se esforzaron en concluir sus estudios en su momento, muchas veces simultaneándolos con un empleo. Es sorprendente cómo ningún político puso reparos al fenómeno masivo de abandono de los estudios por parte de infinidad de jóvenes seducidos por los altos y fáciles ingresos que deparaba la construcción en los años de la burbuja, pero esos mismos políticos, con el presidente Monago a la cabeza, se aprestan ahora a «impulsar» su regreso a las aulas, prácticamente sobornándolos para que retomen los estudios y gastando en ello el dinero de todos.
Además, ha afirmado Gonzalo Ruiz, Coordinador autonómico del P-LIB extremeño, «esta especie soborno no se concede a jóvenes que realicen el itinerario reglado de la ESO como cualquier otro estudiante». «Estamos hablando de un curso-puente, o “pasarela”, una especie de atajo tramposo, por el que, mientras unos recibieron el graduado con todo el esfuerzo, estos privilegiados lo conseguirán gracias a un cursillo de apenas treinta y cinco semanas«, denuncia Ruiz, para quien esta medida «premia a estos ciudadanos casi regalándoles el título para mejorar las escandalosas estadísticas de nivel medio de estudios en Extremadura, y encima les regala mil euros», concluye.