El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) se opone frontalmente al Proyecto de Ley de Medidas de Flexibilización y Fomento del Mercado del Alquiler de Viviendas, que prepara el gobierno de Mariano Rajoy, ya que pretende limitar el libre alquiler de los inmuebles por parte de sus dueños, para uso vacacional. Este proyecto de ley pondría fin a la protección de los inmuebles bajo el régimen general de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y dejaría a los propietarios a merced de las diversas normativas turísticas de las comunidades autónomas, que en muchos casos son ya enormemente restrictivas respecto a este legítimo uso de los inmuebles.
Además de atentar contra uno de los pilares fundamentales de la seguridad jurídica en nuestro país, esto generará importantes pérdidas económicas de los ciudadanos que suelen alquilar sus viviendas para uso turístico, y forzará a los consumidores a renunciar a sus hábitos vacacionales. El P-LIB denuncia una vez más el mercantilismo del Partido Popular, y reitera su apuesta por el capitalismo de base, una de cuyas manifestaciones es este mercado bastante libre y poco intervenido de alquileres turísticos. Sólo el clientelismo político explica la medida que está barajando el gobierno, ya que se observa claramente la presión de los lobbies del sector hotelero. Roxana Nicula, Secretaria de Acción Ciudadana del P-LIB, ha declarado que “si algo nos ha enseñado esta crisis es que la intervención política en la economía genera mafias, clientelismo y favoritismo a los amigos de los gobernantes de turno, todo ello costeado directamente por los altos impuestos que pagamos los ciudadanos». «En un momento de terrible crisis económica, una ley tan liberticida eliminará una de las pocas fuentes de ingresos de muchas familias de clase media para completar su ingreso anual”.
El P-LIB advierte que la ola de normas liberticidas nacidas al calor de la socialdemocracia se hace cada día más insoportable para el ciudadano, tanto en dinero como en libertad. Nicula afirma que “los liberales nos preguntamos dónde está el límite a tanta intromisión estatal en nuestra vidas” y añade que “sólo en las terribles dictaduras comunistas habíamos presenciado tal vulneración del derecho fundamental a la propiedad privada y a usarla como cada uno decida». Nicula recuerda que «en los regímenes totalitarios el Estado decidía hasta los metros cuadrados que cada familia debia tener, y disponía del excedente de espacio para ocuparlo a su criterio, metiendo a personas ajenas en las casas de la gente». «La ministra Ana Pastor apadrina este proyecto de ley que es digno heredero del socialismo más ortodoxo”, concluye.