El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su preocupación por el sesgo y la parcialidad de la consulta pública que está llevando a cabo la Comisión Europea respecto al uso, tenencia y comercio de armas de fuego. La consulta contiene preguntas tendenciosas y otras con excesivos matices técnicos que dificultan la compresión para gran parte de los ciudadanos consultados. Se aprecia claramente la intencionalidad de la consulta: emplearla para justificar un nuevo intento de restringir más aún el derecho a la autodefensa. El argumentario contenido en el folleto de la Comisión Europea incurre en flagrantes contradicciones. Por ejemplo, reconoce que los delincuentes pueden adquirir armas de forma ilícita pero al mismo tiempo argumenta en favor de leyes que impiden el acceso a las mismas a las personas de bien que pretenden adquirirlas por los cauces legales. Igualmente, nombra actos execrables como las matanzas de Utøya, Lieja o Toulouse, constatando que estos asesinatos se perpetraron con armas de fuego, pero evita decir que esas armas eran de origen ilicito, ocultando que, de haber existido posibilidad de respuesta armada de las víctimas o de terceros en cualquiera de aquellas situaciones, ninguna hubiese alcanzado el resultado tan trágico que se produjo, ya que muy probablemente se hubiera neutralizado la amenaza salvando multitud de vidas. La Comisión Europea intenta asustar a la población y para ello no tiene reparo en utilizar esas terribles masacres, que sólo solo fueron posibles porque los delincuentes tuvieron la seguridad de que prácticamente nadie podría oponer resistencia armada a sus propósitos criminales.
El P-LIB considera esta consulta pública como un nuevo pasquín en favor del total desarme de los ciudadanos. A los Estados les interesa desarmarnos y dejarnos a merced de la amenaza de los criminales, protegidos tan sólo por las fuerzas de seguridad de los propios Estados, con la consiguiente dependencia total en nuestra seguridad más básica.
José María Rodríguez, miembro del Comité Ejecutivo Federal del P-LIB, ha afirmado hoy que «los liberales no nos dejamos asustar y tenemos en cuenta las estadísticas, por ejemplo las de la consultora Mercer, que incluyen entre las cinco ciudades más seguras del mundo a tres suizas: Berna, Ginebra y Zúrich, que sólo están por detrás de Luxemburgo». «Hay que recordar —ha señalado Rodríguez— que en Suiza la población está fuertemente armada tanto con armas cortas como con rifles, escopetas e incluso fusiles de asalto, siendo el cuarto país con más armamento del mundo, por lo que queda refutada la teoría de que una población armada tiende a ser una población violenta«. «El programa del P-LIB incluye el derecho incuestionable de los ciudadanos sin antecedentes a poseer armas para defenderse de posibles agresiones, porque no se puede obligar a los ciudadanos a delegar plenamente su protección en el Estado», ha concluido.