El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera que la reforma del Consejo General del Poder Judicial, aprobada con los votos de PP y UPN, es la vuelta de tuerca final en el proceso de liquidación de la independencia judicial por parte del establishment político. Resulta sorprendente que el partido que tanto denunciaba la LOPJ de 1985, aquella ley que redujo la independencia judicial, sea ahora el mismo que va un paso más allá, aumentando el poder político sobre el CGPJ y eliminando las mayorías cualificadas para el nombramiento de los vocales del consejo. No menos sorprendente es la indignación del PSOE y sus lamentos por la independencia judicial perdida, siendo ellos, como decíamos quienes comenzaron ese proceso. Los liberales denunciamos este cinismo y los ataques constantes a la independencia de los jueces. Asimismo, denunciamos ese órgano títere manejado por la casta política que es actualmente el CGPJ, y cuya disolución promovemos. Exigimos una completa y absoluta independencia judicial, que solo puede conseguirse con el nombramiento de todo cargo judicial por los propios jueces y magistrados. Exigimos el cese del ministro Gallardón, cuya agresión continuada a los más esenciales principios del Derecho lo inhabilitan para dicho cargo. Álvaro Chena, Vicepresidente tercero del P-LIB, ha declarado que “sin una Justicia despolitizada no puede haber independencia judicial. Y con un ministro que fomenta la politización, mucho menos”.