El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) se opone frontalmente a las ayudas que el Gobierno Vasco ha decidido destinar a la industria, así como a su plan de reestructuración y a la no liberalización de los horarios comerciales. El Ejecutivo vasco se dispone a repartir arbitrariamente el dinero fiscalmente sustraído a las empresas y a los ciudadanos, para ajustar la economía según un único criterio: el suyo. Gastará 757 millones entre subvenciones directas y avales, incluyendo un convenio con entidades bancarias para financiar empresas, asumiendo el Gobierno Vasco el 60% del riesgo de esos créditos. También se costeará el programa “AFI” que cuenta con 1,5 millones de subvención para beneficiar a 110 empresas. Los liberales rechazamos toda planificación centralizada de la economía. Ninguna administración pública tiene la información necesaria para realizarla adecuadamente. Nadie sabe mejor que el propio empresario o el propio ciudadano cómo, cuándo y dónde invertir su capital, por lo que no hace falta arrebatárselo para repartirlo posteriormente. El P-LIB vasco hace un nuevo llamamiento a la ciudadanía para que abra los ojos ante esta atrocidad. Cuando la asignación de recursos la realiza el poder político, automáticamente se abren camino la corrupción y el clientelismo.
Por otro lado el P-LIB también rechaza la imposición de horarios comerciales por parte del Gobierno Vasco y del EAJ-PNV que lo sustenta. Tras rechazar el decreto del Gobierno Central y tildarlo de “centralizador”, riza el rizo de la hipocresía avalando el anterior, mucho más inquisitivo y de la misma clase. La libertad sólo entiende de propiedad privada. Defenderla significa que nadie pueda decidir por la propiedad de otro, y los horarios comerciales son materia de decisión individual y no competencia de la administración.