El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su preocupación por los datos recién publicados por la principal asociación de consumidores de energía (ANAE), que señalan unos precios altísimos de la luz y el gas que pagamos los consumidores españoles en comparación con los del resto de países de la Unión Europa. Estamos, con Irlanda y Chipre, a la cabeza de Europa en el precio de la energía doméstica y también en el esfuerzo que le supone al consumidor afrontar dicho gasto todos los meses. El P-LIB advierte que este coste altísismo de la energía encarece todos los demás bienes y servicios. En palabras de Roxana Nicula, Secretaria de Acción Ciudadana del P-LIB, “existe un diferencial enorme entre el esfuerzo que tenemos que hacer los españoles para pagar la factura de gas o de luz y el esfuerzo que hace la mayoría de los demás europeos”. “Los liberales recordamos a todos los ciudadanos que en torno a la mitad del monto de las facturas corresponde a impuestos«, ha señalado Nicula, añadiendo que «estamos sometidos a una enorme burocracia y a una opacidad intencionada para mantenernos cautivos, porque no tenemos un mercado energético libre que nos permita escoger en un marco de competencia ni tampoco producir energía para consumo propio, ya que las barreras a la autogeneración son prácticamente infranqueables, en comparación con la situación de Holanda y otros países”.
Roxana Nicula ha afirmado que el P-LIB seguirá esforzándose por explicar a los ciudadanos que «la energía en España no es libre y por eso es tan cara». La burda excusa de que se trata de un «sector estratégico» ha permitido al Estado intervenir el sector para proteger el oligopolio de unas pocas empresas, en las que curiosamente siempre encontramos, en puestos de máxima responsabilidad, a los gestores estatales que anteriormente habían promovido políticas favorables a sus intereses. Más de una veintena de altos cargos del PP y del PSOE han sido «fichados» por las diversas empresas energéticas para puestos extremadamente bien retribuidos tras dejar sus puestos en el gobierno. El P-LIB no cree que sea casualidad. El efecto directo de la falta de libertad en este sector es el impedimento de que surjan nuevos proyectos empresariales pequeños, medianos o grandes que compitan con los actuales gigantes energéticos en cualquiera de las fases del negocio.