El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) recibe con el más absoluto rechazo la última ocurrencia liberticida del gobierno de Mariano Rajoy, que pretende ahora limitar el flujo de fondos libremente destinados por los ciudadanos a todo tipo de proyectos mediante las plataformas de financiación participativa o crowdfunding. Las exigencias que establece el borrador del anteproyecto pretenden establecer que las nuevas plataformas de financiación participativa tengan un capital social de al menos 50.000 euros. Se exige también un seguro de responsabilidad civil con una cobertura mínima de 150.000 euros anuales. Asimismo, se establece un tope máximo a la captación de fondos de un millón de euros por cada proyecto, junto a diversos trámites burocráticos orientados a una mayor supervisión fiscal.
Los liberales libertarios deploramos esta nueva forma de limitación del uso que cada individuo puede hacer de su propio dinero. Una vez más, y bajo la apariencia de proteger al individuo por si realiza movimientos financieros «arriesgados», lo que oculta el gobierno es su afán de beneficiar a toda costa al sector financiero y bancario convencional, que percibe como una posible amenaza futura el crowdfunding. Pese a estar apenas empezando, esta forma de financiación ya mueve casi diez millones de euros en España fuera del mercado financiero del sistema. Además, el gobierno persigue otro objetivo: asegurarse de que no puedan surgir proyectos civiles al margen de las subvenciones que otorga el Estado. El dirigismo económico y cultural del Estado tiene su principal vía de condicionamiento ciudadano en esa lógica de la dependencia financiera de las subvenciones, y ve como una amenaza, con razón, la posible financiación masiva de proyectos independientes del Estado y ajenos o contrarios a la orientación que éste pretenda. En el colmo de la hipocresía, el gobierno argumenta que esta nueva regulación, completamente innecesaria y contraproducente, es para «fomentar» el crowdsourcing.
Javier Abellán, miembro del Comité Ejecutivo Federal del P-LIB, ha declarado hoy que «esta propuesta de ley nos acerca a un Estado fascista, al pretender que todo lo que haga el individuo lo haga dentro del sistema, y que el individuo no pueda buscar nada fuera del Estado». «Queda patente que al gobierno poco le importa fomentar la emprendeduría o las organizaciones civiles para la mejora social más allá del eslogan electoral. Lo único que le importa es que nadie escape de su redil«, ha concluido.