A falta de la reflexión y el análisis que se realizará en los próximos días y semanas sobre la campaña al Parlamento Europeo y sobre los resultados electorales, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) constata el pleno alcance de los objetivos de organización, cohesión interna, crecimiento y notoriedad con los que se acometió la participación en estos comicios. El primer objetivo era la propia presentación y proclamación de la candidatura, tarea ardua que no está al alcance de cualquiera. La organización territorial del P-LIB demostró el pasado mes de abril una enorme entrega y una capacidad de acción a prueba de todo tipo de trabas oficiales, logrando que el P-LIB tuviera en mayo su segunda campaña electoral. En ésta, el crecimiento de la militancia (a falta de datos definitivos) se ha situado en un 10% en un par de semanas. De la misma manera, la base de seguidores en las redes sociales ha experimentado un impulso considerable. El P-LIB ha realizado en los quince días de campaña electoral cerca de un centenar de acciones de campaña, desde actos electorales y puestos de información callejera hasta repartos y pegadas de carteles, y sus spots televisivos y cuñas de radio han sido vistos por cientos de miles de ciudadanos. El partido ha comprobado que dispone de una base de afiliados y simpatizantes sólida y decidida a seguir dando la batalla por nuestras ideas. El resultado en votos, ciertamente muy modesto, es sin embargo el mejor cosechado en tres décadas por una fuerza política realmente considerable como liberal. Casi quintuplica el resultado del propio P-LIB en las elecciones de 2011 al Congreso de los Diputados, y mejora considerablemente el obtenido en las elecciones al Senado. Supera por más del 50% el resultado del partido social-liberal CDL en 2009 y sextuplica el de la Coalición Liberal en 2004. Además, ha de tenerse en cuenta la alta abstención registrada y el daño que sin duda habrá hecho al P-LIB la aparición de formaciones no liberales que, sin embargo, apelaban injustamente, con potentes altavoces mediáticos, al voto liberal. En cualquier caso, el P-LIB siempre ha mantenido y explicado infatigablemente que su misión fundamental es la promoción social de las ideas de la Libertad, y que sus objetivos políticos, al contrario que los de otras formaciones, son de largo y muy largo plazo. Es lógico que así sea, dado que hemos tenido que empezar de cero y carecemos aún del músculo financiero y de los apoyos mediáticos de otros partidos, pero, sobre todo, porque nuestro país es particularmente refractario a nuestras ideas y, por lo tanto, la labor de convencimiento que necesitamos realizar es hercúlea. Lamentamos el avance de partidos autoritarios o totalitarios de todos los colores en Europa y en España, desde el Frente Nacional francés hasta Podemos, y nos congratulamos por el mantenimiento del liberalismo como tercera fuerza política a escala continental y como segunda en algunos países, como Rumanía. Son particularmente gratificantes los resultados del liberalismo en países como Holanda o Estonia.
El Presidente y cabeza de lista del P-LIB, Juan Pina, ha declarado esta noche que «este ha sido un paso relevante en el largo camino del P-LIB». «Agradezco a los cerca de diez mil ciudadanos que nos han votado ser los pioneros de una Europa mejor y la base sobre la que construiremos nuestro proyecto político en España para hacer que la Libertad se abra paso en nuestro país», ha añadido, recalcando su profunda «gratitud a los candidatos y particularmente a Oscar Timón, a los coordinadores territoriales del P-LIB y a todos los militantes por haberse dejado la piel en esta campaña». «Ahora, tras haber subido un pequeño pero importante peldaño, el P-LIB tiene que pasar a la siguiente página y prepararse para crecer en toda España, para incorporar a muchas más personas, entre ellas a los liberales rumanos residentes en España que se han esforzado enormemente para impulsar la candidatura del P-LIB, y para articular las primeras candidaturas municipales y autonómicas de nuestro partido, de aquí a un año», ha concluido.