El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) canario lamenta el anuncio hecho por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en el que comunica la intervención de la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife (Emmasa), para «reconducir su gestión de forma correcta y en base a los resultados de la auditoria de gestión y a los informes jurídicos municipales”. A los liberales libertarios nos resulta digno de carcajada que se hable de la intervención de una empresa municipal cuando, al ser un monopolio concedido por el Ayuntamiento, ésta no merece ni siquiera llamarse empresa. Es en realidad una entidad pública aunque esté gestionada bajo la forma de una sociedad privada. Este anuncio, bajo nuestro punto de vista, lo único que hace es decir que pasará de ser una empresa quebrada e ineficiente controlada indirectamente por políticos a ser una empresa quebrada e ineficiente controlada más directamente por los mismos políticos.
Para que las empresas sean eficientes y traten bien a sus clientes es imprescindible dejar que compitan libremente en un mercado poco o nada regulado. Es precisamente por la ausencia de esta libertad que Emmasa ha llegado a las cotas de ineficiencia a las que ha llegado, cotas que sin duda conseguirá empeorar aún más al caer ya directamente en las manos de los políticos municipales que juegan a empresarios. Para Ignacio M. García Medina, Coordinador General del P-LIB en Canarias, “lo que Santa Cruz necesita no es una empresa intervenida, sino múltiples empresas que compitan en libertad, de forma que los ciudadanos puedan elegir a la que les ofrezca los servicios y precios que más se ajusten a sus deseos, necesidades y posibilidades”.