El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su rechazo a cualquier forma de compensación económica estatal (ya sea europea o española) al sector agroalimentario por el veto del gobierno ruso a la importación de alimentos frescos de la Unión Europea. El P-LIB deplora que los Estados, al adoptar medidas de presión entre ellos, perjudiquen al sector privado. Defendemos que todas las empresas privadas son libres de comerciar entre ellas a través de cualquier frontera, que los Estados no tienen derecho a impedirlo y que al hacerlo violan el derecho fundamental e inalienable que todos tenemos a emprender y comerciar. Cualquier política de sanciones a un Estado por cuestiones geopolíticas debe afectar estrictamente a las transacciones con ese Estado y con su sector público, jamás a las empresas privadas del mismo país. La no injerencia de los Estados en el comercio internacional es una prioridad máxima de la política exterior del P-LIB.
Al mismo tiempo, el P-LIB considera totalmente injustificado el apoyo económico con dinero de los contribuyentes europeos a los productores y distribuidores de productos agroalimentarios frescos. Las empresas son libres de comerciar en el exterior y son responsables de los riesgos que asumen al hacerlo. Si venden a un país con el que existen o sobrevienen contenciosos políticos, y ese país prohíbe la compra de los productos comerciados, los demás contribuyentes del país de origen no tienen la culpa ni deben hacerse cargo de la merma que ello suponga para las exportaciones. Los exportadores son libres de contratar pólizas de seguro para protegerse contra cualquier riesgo, y los contribuyentes no tienen por qué actuar como aseguradora gratuita para las empresas de ese ni de ningún otro sector. Los liberales libertarios deploramos que se utilice el dinero de todos para favorecer la exportación, refrenar la importación o compensar a los exportadores ante situaciones exteriores imprevistas, ya se trate de la piratería marítima o de un veto político a sus productos.