El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) apoya a la empresa alemana Dekra en su propuesta de liberalización del sector de la inspección técnica de vehículos (ITV). Esta empresa mantiene una disputa con las autoridades españolas y madrileñas por la apertura de centros de ITV. El P-LIB considera que el sector de la ITV es uno de los numerosos casos de mercados controlados por las administraciones públicas, con muy poca transparencia y generalmente para beneficio de las empresas que en cada comunidad autónoma cuentan con el favor de la élite política, como quedó patente en el caso de Cataluña con el escándalo que salpicó a Oriol Pujol.
Son frecuentes las acusaciones de opacidad y pago de favores en las adjudicaciones de este sector. El P-LIB propone que, en la medida en que la inspección técnica siga siendo obligatoria, ésta pueda ser realizada en cuantas empresas cuenten con los medios oportunos para ello, liberalizando por lo tanto el sector y acabando con la licencia previa que hoy se exige. Esa licencia previa, como en tantos otros sectores, es fuente de corrupción, favoritismo y disminución de la competencia, con la consiguiente reducción de opciones para los consumidores.
El mercado, en un marco de libre competencia entre múltiples ofertantes del servicio de inspección técnica, es capaz de proveerlo con mayor eficacia y a un menor coste que los cárteles actuales de empresas de inspección favorecidas por las autoridades. En este sentido, el P-LIB rechaza la posición anti-liberalización manifestada por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV). Esta entidad patronal, que suponemos receptora de subvenciones públicas como otras muchas, pretende mantener un mercado cerrado a la competencia de operadores nuevos, ya sean nacionales o extranjeros. Se demuestra así una vez más que, con frecuencia, las peores resistencias a una economía libre proceden de los empresarios que se benefician de las situaciones injustas de falta de libertad de mercado. Cabe recordar cómo el gobierno de Mariano Rajoy ha beneficiado a un puñado de empresas españolas del sector del juego, expulsando a los nuevos competidores extranjeros con normas hechas a la medida de esas empresas. Eso es lo que las empresas actualmente privilegiadas, reunidas en AECA-ITV, promueven también para su propio sector, pero eso es justo lo que el gobierno central y las comunidades autónomas deberían evitar. Un sector de la ITV liberalizado redundará siempre en beneficio de los consumidores y del conjunto de la sociedad.