El Partido Libertario (P-LIB) sigue con especial atención las negociaciones para el TTIP (Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión) cuya octava ronda ha finalizado el pasado 8 de febrero de 2015. Este tratado de comercio entre los Estados Unidos de América y la Unión Europea, que se vende como un tratado de libre comercio, es más bien un tratado entre Estados para eliminar aranceles e intentar poner orden en el caos regulatorio creado por estos mismos Estados. Los liberales libertarios mucho nos tememos que también va a ser usado para introducir restricciones a la libertad de las personas y para regular a favor de grupos de presión.
Independientemente del acuerdo final al que se llegue, a los libertarios no nos gustan los tratados impuestos desde arriba por organizaciones supranacionales y preferimos que sea la sociedad la que libremente establezca las normas de convivencia y de comercio. Óscar Timón, Vicepresidente y Secretario de Política Económica del P-LIB, ha declarado que «con su asfixiante regulación los estados son el principal enemigo del libre comercio, la solución no pasa porque unos políticos se reúnan y modifiquen esa regulación sino porque se aparten y dejen a la sociedad civil comerciar en paz».
El P-LIB defiende el libre comercio sin restricciones, lo que implica libre movimiento de mercancías, capitales y personas. Esto sólo se puede poner en marcha eliminando visados y aranceles, liberalizando por completo la economía y reduciendo considerablemente el tamaño del estado.